Por qué es importante reforzar las defensas en invierno

El invierno es la época del año en la que las defensas naturales del organismo necesitan un refuerzo extra. El frío y la humedad propios de esta época pueden afectar al sistema inmunológico, debilitándolo y haciéndolo más susceptible al ataque de virus y bacterias.

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¿Bajan las defensas en invierno?

Las defensas son las células del sistema inmunológico. Se encargan de detectar la presencia de agentes externos, denominados patógenos, que pueden ser desde un virus que entra por el sistema respiratorio hasta una bacteria que entra al organismo por la sangre. Sea cual sea su origen, el sistema inmunológico está preparado para reconocer a ese agente extraño y neutralizarlo. No obstante, cuando las defensas están debilitadas y no funcionan al 100%, los virus y las bacterias logran su objetivo y es cuando enfermamos.

Como ya hemos mencionado, el frío y la humedad son dos de los motivos más comunes por los que se debilitan las defensas del cuerpo humano. Hay otros que también pueden influir, como el estrés, la falta de sueño, los cambios bruscos de temperatura (por ejemplo, en verano, cuando los aires acondicionados están muy fuertes y en el exterior hace mucho calor), una mala alimentación… Pero en invierno, además, hay otra particularidad: es cuando virus tan comunes como el que produce los resfriados (el rinovirus) encuentra las mejores condiciones para reproducirse y propagarse.

Cómo reforzar las defensas en invierno

La mejor forma de ayudar a nuestro cuerpo en invierno es adoptando aquellos hábitos que refuerzan el sistema inmunológico y los preparan para esta etapa especialmente delicada para nuestras defensas.

¿Cómo? El primer paso es una alimentación adecuada. Hay muchos alimentos que, de forma natural, aportan los nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico y protegen a las células del daño oxidativo. La dieta mediterránea, rica en fruta, verdura y grasas saludables (pescado, frutos secos, aceite de oliva…) es ideal para ello.

Además, algunos productos naturales como el própolis contribuyen a reforzar las defensas. Las pastillas de própolis de Sawes contienen 75 mg de própolis por pastilla y, además, están enriquecidas con zinc (que ayuda al sistema inmunitario a combatir virus y bacterias) y con vitamina C (antioxidante).

También es fundamental realizar ejercicio físico frecuente, pues la actividad consigue estimular el sistema inmunológico y hace circular a mayor velocidad los anticuerpos. Así es posible detectar y combatir más rápidamente los virus.

Finalmente, un descanso adecuado es fundamental para reforzar las defensas en invierno. Cada vez que dormimos, el sistema inmunológico se “reinicia” y hay estudios que apuntan a que las personas que duermen al menos 7 horas por la noche son menos propensas a contraer resfriados.