Del limón y sus propiedades ya te hemos hablado antes, pero hoy te presentamos este alimento en pareja. ¿Sabías que la combinación de miel y limón multiplica los beneficios de estos alimentos?
Prevención de gripes e infecciones con miel y limón
Pocas cosas resultan un remedio natural tan sencillo y efectivo para esquivar gripes y resfriados como la miel y el limón. La primera elimina microorganismos y el limón tiene propiedades que evitan la proliferación de bacterias.
Alivio de los síntomas del resfriado
No obstante, si no has podido evitarlo y padeces malestar, mucosidad o tos, nuevamente recurre a esta pareja. Seguro que, cuando has estado enfermo con síntomas de resfriado, tu madre te ha aconsejado que te tomes una infusión caliente con miel y limón. Es un remedio tradicional muy recomendable porque el limón aporta muchísima Vitamina C, fundamental para reforzar las defensas del cuerpo, y la miel tiene propiedades antibióticas y antisépticas. Además, la miel incorpora fósforo y potasio, que son relajantes, por eso después de tomarla descansas mucho mejor.
El mejor calmante para la garganta
Lo ideal cuando la garganta está inflamada es hidratarla mucho bebiendo en abundancia y tomar alimentos que ayuden a suavizar las molestias y mantenerla en un adecuado nivel de hidratación, como una cucharada de miel o un caramelo. Así que no te lo pienses: nuestros caramelos de miel y limón sin azúcar, además de estar muy buenos, son muy buenos y alivian el dolor de garganta al instante.
Limón y miel para ayudar al estómago
Quizás te sorprenda porque este beneficio no es tan común, pero entre las ventajas del limón para la salud está que regula el PH del cuerpo, equilibrándolo, y que contribuye a eliminar la acidez. Por eso, el zumo de limón es fantástico para tratar el reflujo gástrico y el dolor de estómago. Endúlzalo con miel, que no aporta grasas y resulta mucho más rico.