A menudo resulta difícil controlar que nuestros hijos sigan unas pautas para una vida saludable. Para un niño pequeño resulta muy difícil adoptar hábitos de alimentación, ya que suelen ser complejos y aburridos para ellos.
Por eso, Nemours Health and Prevention Services, una organización que busca promover la salud infantil, ha elaborado una sencilla regla fácil de seguir por padres e hijos para llevar a cabo una vida más sana. La regla del 5-2-1-casi ninguna nos ayudará a marcar el camino para lograr unos hábitos saludables prácticamente sin ningún esfuerzo extra.
De esta forma prevendremos la obesidad infantil – un grave problema en nuestra sociedad – y ayudaremos a sus defensas. Y como nunca es tarde para aprender… ¡los padres también podéis sacar mucho partido de esta guía!
5 raciones de fruta o verdura
La fruta y la verdura constituyen la base de una dieta sana y equilibrada, pero a menudo los niños prefieren otros alimentos o postres, más atractivos a la vista. Para conseguir que tus hijos se interesen por esos sanos manjares puedes añadirle un toque de creatividad: ¡una presentación divertida con fruta troceada puede lograr milagros!
También ayudará que tus hijos te ayuden a preparar los platos. Disfrutarán más la comida si sienten que la han preparado ellos, además de que así aprenderán a adquirir responsabilidades en casa. También es indispensable que vean que sus padres disfrutan de la comida que ellos van a tomar: los hijos suelen imitar los comportamientos paternales.
2 horas de pantallas al día como máximo
Muchos niños pasan demasiadas horas cada día delante de pantallas. Ya sean televisores, videoconsolas, ordenadores o teléfonos: las pantallas fomentan el sedentarismo y eso puede ser un grave riesgo de sobrepeso. Además, la Academia Americana de Pediatría recomienda no exponer a los menores de dos años a las pantallas de televisión o de los ordenadores.
Unas buenas alternativas a ver la televisión o jugar con el ordenador son pasear con la familia, hacer deporte con los amigos, leer, hacer los deberes y realizar actividades de creatividad como el dibujo. Como un poco de televisión no hará ningún daño al niño, los padres podéis aconsejarle para que descubra los programas que le puedan gustar más y que sean adecuados para él o ella. Así, se acostumbrará a encender la “caja tonta” solo en ocasiones especiales, y no a tenerla encendida porque sí.
1 hora de actividad física diaria
La clave para evitar la obesidad infantil es realizar actividad física. Mover el esqueleto y bombear los músculos tiene muchos beneficios, empezando por el corazón y pasando por el sistema locomotor y respiratorio. Además, muchos deportes, tanto individuales como de equipo, ayudarán a instruir a vuestros hijos en valorescomo el compañerismo, la solidaridad y el sacrificio.
Esta actividad física la puede realizar en familia, especialmente cuando sea más pequeño, o en un equipo con sus amigos, cuando ya sea un poco más mayor. Además, más allá del deporte como actividad extraescolar, los niños también pueden disfrutar de actividades de fin de semana moviditas, como excursiones al monte, salidas en bici con sus padres o viajes a la playa con carreras de natación. ¡Un sinfín de posibilidades!
El deporte y la actividad física no tienen que ser explícitos. También ayudará ir andando a más sitios – a colegio, a visitar a los abuelos…- y prescindir del autobús o el coche. ¡Incluso las escaleras pueden convertirse en un juego!
Aunque es preferible realizar las actividades al aire libre en algún sitio con el aire limpio, también se puede disponer de una sala en casa para realizar deporte y moverse un poco. ¡A tu hijo le encantará pasar allí los días de lluvia!
Casi ninguna bebida azucarada
Las bebidas azucaradas, como los refrescos y algunos zumos, suelen ser las favoritas de los más pequeños de la casa. Tristemente para ellos, su consumo no es recomendable, ya que el alto contenido en azúcar es perjudicial para su salud, siendo una de las principales causas del sobrepeso y la obesidad infantil, además de muchos otros problemas como caries o incluso diabetes.
Lo mejor que puede beber vuestro hijo es agua, además de zumos naturales – probad de exprimir naranjas en casa, conseguiréis un zumo delicioso y muy sano sin necesidad de añadir azúcar – o leche desnatada. Los refrescos se pueden reservar para tomarlos, con mucha moderación, en ocasiones especiales como cumpleaños o fiestas.
Esto no servirá de nada si vuestros hijos os ven disfrutar de un refresco de cola o un te helado mientras ellos tienen que beberse un vaso de agua fría con una rodaja de limón. Los padres debéis dar ejemplo y ser los primeros en probar el cambio. Según cuales sean vuestros hábitos os puede ser difícil en un primer momento, pero no tardaréis en notar los beneficios.
Además, cabe recordar que una buena hidratación es esencial para el crecimiento y la salud de vuestros hijos. Cuando les preparéis la mochila para ir a la escuela no está de más que, además del desayuno, les incluyáis una botella de agua para que calmen su sed. También les debéis recordar que tienen que beber durante la práctica del deporte.
El azúcar excesivo también aparece en caramelos y chucherías, probablemente lo que más gusta a los niños. Por eso, SAWES fabrica toda su gama de caramelos sin azúcar, igual de deliciosos pero mucho más saludables. ¡Ideales para que vuestros hijos puedan tomarlos!