El própolis o propóleo es una sustancia de origen natural, que utilizan las abejas para reforzar, proteger y prevenir infecciones en sus colmenas. Como ya es sabido, el própolis se utiliza en caramelos, sprays o cremas. Pero… ¿cuáles son sus propiedades? ¡Aquí te traemos cinco!
Previene resfriados
El própolis puede ayudar a prevenir infecciones en el trato respiratorio superior, como el resfriado común. Además, está demostrado que reduce los síntomas tanto en efecto como en duración. Por eso los caramelos de própolis están tan de moda, especialmente en temporada de invierno. ¡Ideal llevar un blíster de caramelos en los bolsillos de la chaqueta!
Previene las caries dentales
El propóleo se ha demostrado eficaz a la hora de prevenir las caries dentales. No solo eso, también ayuda a recuperar la boca de heridas o cirugías.
Desde la antigüedad los griegos y romanos usaban esta resina para tratar infecciones orales, y la ciencia moderna ha demostrado su alta efectividad en todo tipo de problemas bucales como caries, gengivitis, periodontitis…
¡Su alta capacidad antibacteriana hace de los caramelos de própolis sin azúcar el aliado perfecto de nuestras sonrisas!
El própolis cura las quemaduras
Una propiedad que también griegos y romanos también explotaban, las cremas con própolis son útiles para tratar quemaduras. Un estudio científico ha demostrado que las cremas que utilizan la resina de las abejas son tan útiles para curar las quemaduras de segundo grado como las que contienen sulfadiazina de plata, las más habituales para estos casos.
Además, su ya mencionada acción antibacteriana ayuda a evitar que se infecten. ¡Todo ventajas!
El própolis, anti-parásitos
El uso del própolis en las colmenas es precisamente este, el de evitar invasores y sus posibles infecciones. Estudios científicos recientes han demostrado también que esta sustancia puede ayudar a eliminar la giardasis, un parásito intestinal microscópico.
Repara el hígado y regula los triglicéridos
Por último, un estudio demostró los efectos beneficiosos del própolis en el hígado. En hígados grasos no alcohólicos resultó un buen reparador de las células. Además, se vieron efectos positivos en la disminución de los triglicéridos, evidenciando los efectos del propóleo sobre el metabolismo lipídico.